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lunes, 20 de septiembre de 2021

EL PRECIO DE LA ELECTRICIDAD

 








El precio del megavatio se nos ha ido de las manos. Cuando nos hemos querido dar cuenta entre unas cosas y otras la exponencialidad a la que se ha subido el monto final de la electricidad es espeluznante. Mucho más cuando se aproxima el crudo invierno y vamos a tirar de calefacción para no sucumbir ante la perversidad del clima invernal que no se conforma con cambiar constantemente sino, además, con traernos muchísimo frio en determinadas temporadas de todos los años. Esto no hay quien lo soporte y mucho menos la economía. De modo que lo estamos haciendo muy bien. Aquí todo van a ser mínimos vitales: el de la renta, el de la energía, todo se regula a base de mínimos.


El precio de la electricidad en el mercado mayorista está estrechamente ligado a la evolución de la cotización del gas natural en los mercados internacionales. Y el precio del gas no para de subir. También sube el precio del CO2 por mayor uso de combustibles fósiles. De modo que gas y CO2 suben sin parar con lo que el megavatio va que se las pela. Siendo así que el precio de la electricidad en los mercados mayoristas, como el nuestro, viene determinado por la siguiente operación: Todas las instalaciones de producción funcionando en una determinada hora perciben el mismo precio, correspondiente al ofertado por la última instalación que ha resultado casada (seleccionada) para abastecer la demanda en dicha hora. Qué significa esto: todas las unidades se intercambian al precio que marca la última unidad que entra en el mercado. De modo que si en nuestra pool energética tenemos electricidad proveniente de nucleares, a un precio determinado, de hidráulicas, a otro, de cogeneración, de ciclo combinado, eólicas, solares, fotovoltaicas, etc… el precio marginal final con que debamos contribuir los usuarios de electricidad será el coincidente con el de la ultima hornada energética incorporada para satisfacer la demanda generada en un plazo de tiempo previamente considerado (suele ser por horas). En el buen entendimiento de que la entrada en el pool se va efectuando de forma ascendente (de menor precio a mayor precio). Esto es primero se tienen en cuenta para su determinación, la electricidad generada por las nucleares que arrojan la estimación mas económica, luego renovables y por último gas, ciclo combinado (las centrales térmicas de ciclo combinado transforman la energía térmica del gas natural en electricidad mediante el trabajo conjunto de una turbina de gas y otra de vapor) o carbón que son las más caras.


Desde febrero del año 2021, la cotización del gas natural en los mercados europeos se ha incrementado bruscamente en más de un 250 %. Ante esta situación, que hace prever una factura de electricidad difícilmente asumible por algunos consumidores (los que se hallan en situación de mayor vulnerabilidad energética), se van a adoptar legalmente “medidas dirigidas a amortiguar la brusca escalada de precios”, esperemos que no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad por cuanto entre las medidas más importante aparece la de minoración del exceso de retribución del mercado eléctrico que está repercutiendo negativamente de manera considerable en las nuevas compañías de energía renovables que están operando en el mercado de la energía como si no hubiera mañana. Se trata de la articulación de un mecanismo de minoración del exceso de retribución que determinadas instalaciones están percibiendo como consecuencia del funcionamiento marginalista del mercado.


Otra de las medidas recientemente adoptadas es la de habilitar a los pequeños operadores la posibilidad de acudir al sistema de contrato de energía a plazo.


Los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), los de descarbonización de la economía y los de la lucha contra la huella del carbono. consagrados en el "Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030» y en la «Estrategia a Largo Plazo para una Economía Española Moderna, Competitiva y Climáticamente Neutra en 2050» van a sufrir importantes adversidades por razón de la subida del precio de la electricidad. El cumulo de adversidades se ve incrementado con la carbonización producida por el volcán de La Palma. Considerable palo para la estrategia planificada. Son cosas de la Madre Naturaleza. Con lo que los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero se verán mermados.


Y para alcanzar esos objetivos climáticos, habrá que incrementar el grado de electrificación de los usos finales de la energía lo que conllevará un gasto mayor para las compañías renovables no integradas verticalmente, incorporadas al mix energético animus no alterandi cambio climático, para las que, si no obtienen beneficios o tienen que devolverlos, igual que han surgido desaparecerán del mapa de las operadoras; con todo el coste económico que comporta una retrocesión económica de esta naturaleza.


viernes, 3 de septiembre de 2021

ANTE EL RETO DEL CAMBIO CLIMATICO

 




Es, la lucha contra el cambio climático y la crisis provocada por la pandemia COVID-19, un reto de primera magnitud que los habitantes del globo no tienen más remedio que fajarse y hacer todo lo posible por evitar su degradación, si no queremos que la tierra sea inhabitable. Los recientes acontecimientos devastadores de Palatinado y los ocurridos en Bélgica no hacen sino alarmarnos aún más, sobre la conveniencia de hacer algo por la salud del clima. Ya llueve sobre mojado. Sobre el inhóspito terreno desolado con los cuatro millones y medio de muertos por Covid en el mundo.

Este afán es el que vienen buscando desde hace tiempo 195 países que en el año 2015-16 llegaron al Acuerdo de París. Donde se decidieron, entre otras cosas, que los países desarrollados deben mantener su actual objetivo colectivo cuantificado, hasta 2025, como mínimo de 100.000 millones de dólares anuales, teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de los países en desarrollo; porque la situación requiere una urgentes movilización de financiación. De conformidad con lo dispuesto en el párrafo 3º del artículo 9 del Acuerdo de París: en el marco de un esfuerzo mundial, las Partes que son países desarrollados deberían seguir encabezando los esfuerzos dirigidos a movilizar financiación para el clima a partir de una gran variedad de fuentes, instrumentos y cauces, teniendo en cuenta el importante papel de los fondos públicos, a través de diversas medidas, como el apoyo a las estrategias controladas por los países, y teniendo en cuenta las necesidades y prioridades de las Partes que son países en desarrollo. Esa movilización de financiación para el clima debería representar una progresión con respecto a los esfuerzos anteriores. Paris, reconoce la importancia de los recursos financieros destinados a reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal y promover la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono.

Del Acuerdo de Paris es de donde surge la necesidad de la financiación y la limitación de emisiones. La Comisión Europea establece las toneladas de CO2 permitidas y crea los derechos de emisión que se subastan. La Comisión Europea y el Parlamento regularán el régimen de los EuGB (Bonos Verdes europeos) en el reglamento que se confeccione al efecto, establecerá, entre otras cosas y bajo los principios de subsidiariedad, proporcionalidad y armonización, que, determinadas empresas convenientemente registradas y controladas, actuarán como revisores externos de esos EuGB, con la finalidad de dotarles de calidad, facilitar la Unión de Mercados de capitales y evitar el blanqueo ecológico.

Se ha producido un Nuevo Orden. La evidencia de los acontecimientos climatológicos unidas a las medidas internacionales adoptadas para paliar la crisis mundial sobrevenida como consecuencia de la pandemia nos sitúa ante un escenario a muchos años vista (agenda 2030-2050) en el que, en la labor de asesoramiento integral de las empresas más competitivas, van a yuxtaponerse elementos provenientes del conocimiento jurídico, económico, financiero y fiscal como era tradicional y en el mismo plano de importancia los provenientes del ámbito medioambiental que procuren la deseada por imprescindible sustentabilidad ecológica.

Hay que controlar el campo técnico para discernir entre lo que es sostenible y lo que no es relevante a estos efectos. Muy importante. Loa gabinetes de asesoramiento empresarial deberán contar con alguien que se encargue de dirigir un equipo técnico que lleve a cabo esta función. De forma multidisciplinar y horizontal un equipo que se precie de estar bien constituido debería estar integrado por técnicos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica o Ciencias Medio Ambientales que convenientemente coordinados estudiaran respuestas innovadoras a los desafíos de la insostenibilidad social y ambiental, enmarcado en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030 cuantas acciones en esta materia fueran suscitadas por los entes objeto de nuestro asesoramiento profesional, quienes deberán estar capacitados para aplicar en el ámbito del desarrollo y la sostenibilidad, ya sea para el sector público, privado o no lucrativo, esos nuevos enfoques. Igual que se me ha ocurrido este centro podríamos considerar la Escuela Superior de Minas, en la que también se impartirán enseñanzas relacionadas con la protección del medio natural.

En la actualidad, en los despachos de abogados, se viene captando un nuevo tipo de clientes que demandan la prestación de servicios profesionales de grandes connotaciones económicas en materia de sostenibilidad ambiental en sus diferentes facetas. Sus dimensiones técnicas van más allá del conocimiento puramente jurídico pero esta especialización no debe desestructurar o minorar la bolsa de clientes de los despachos de abogados sino que sería conveniente integrar en los equipos, agentes cualificados en materias diferentes a la puramente jurídica, como pueden ser economistas, medioambientalistas, etc..



jueves, 2 de septiembre de 2021

BOND, CARBONO OO7. LICENCIA PARA ESPECULAR





Los bonos verdes, entendidos como valores representativos de deuda emitidos por una entidad privada o pública, con la finalidad de obtener recursos del mercado de capitales, con el compromiso de amortizarlos en un plazo determinado y con una tasa de interés establecida en el momento de la emisión, cuyos fondos son destinados exclusivamente a financiar o refinanciar activos o actividades elegibles como verdes.



Los bonos verdes (GBP) son títulos de crédito emitidos por instituciones públicas o privadas bajo el compromiso de invertir en un proyecto verde o sostenible. Es decir, son instrumentos que se venden a inversores con la promesa de una rentabilidad y cuyo dinero conseguido irá destinado a financiar proyectos sostenibles como la generación de energía renovable, edificios eficientes o medios de transporte alineados con la conservación del medio ambiente.

Su objetivo es apoyar la transición de los modelos de negocio hacia una mayor sostenibilidad ambiental.

Los bonos verdes son, en definitiva, un tipo de deuda emitida por instituciones públicas o privadas para financiarse y, a diferencia de otros instrumentos de crédito, comprometen el uso de los fondos obtenidos con un proyecto medioambiental o relacionado con el cambio climático.

Los bonos verdes son finalistas. El dinero obtenido con la emisión tiene que ir a un proyecto determinado. Evidentemente esto tiene que estar auditado, pero si al final el dinero es fungible y no se utiliza para ese proyecto ¿qué implicaciones legales hay?. Podríamos estar incurriendo en supuestos de Blanqueo ecológico. El blanqueo ecológico hace referencia a la práctica de obtener una ventaja competitiva desleal presentando un producto financiero como respetuoso con el medio ambiente a la hora de comercializarlo, cuando, en realidad, no cumple los requisitos ambientales básicos. Para evitar esto, los diferentes estados lo que hacen es marcar con etiquetas los diferentes productos financieros que están previamente considerados como aptos o acordes con la sostenibilidad medioambiental. Previamente, estos países han operado una clasificación de los que puede ser ambientalmente atractivo o susceptible de ser impulsado de lo que no. Esto se denomina con la expresión actividad taxonómica (clasificación). Pero también se admite y se confía que puede ser más útil que los procedimientos anteriormente descritos, que sean unos verificadores probablemente previamente homologados, los que determinen si el producto es válido a los efectos que ahora nos interesan o no. Todo esto ayudarán a los inversores a comparar distintas oportunidades de inversión respetuosas con el medio ambiente a escala transfronteriza. Los inversores invertirán en productos financieros ecológicos con mayor confianza en toda la Unión, mejorando así el funcionamiento del mercado interior.
En Europa todo esto está pendiente de la correspondiente regulación que se encuentra en fase de inicial tramitación en el Parlamento Europeo en el que se está elaborando un proyecto de reglamento. La idea que predomina es que tanto la clasificación de los productos como la de quienes deban llevar a cabo su verificación sea lo más homogénea