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martes, 26 de octubre de 2021

LAS TIERRAS DEL YETI


 


Leo en la prensa regional de Extremadura que una nutrida representación de políticos y empresarios emprende camino de Nepal. No se si será una segunda versión de los Viajes de Marco Polo o tal vez pretendan emular las hazañas de Hilary. En todo caso, la expedición que de nuevo se emprende desde tierras extremeñas más que por cuestiones comerciales o exploradoras, curiosamente, ahora se mueven, otra vez, por razones de tipo religioso. En efecto, la espiritualidad siempre ha sido el motor que ha impulsado a nuestras gentes para realizar hazañas. En la época del descubrimiento de América, también fueron los aspectos religiosos los que iluminaron con especial fulgor nuestra presencia trasatlántica. No cabe duda que los motivos espirituales son más anhelantes que otros de tipo especulativo-material.  Más prosaicos, en definitiva. La molicie de nuestras gentes se espabila ante emprendimientos altruistas como es el que, ahora, se persigue.

El precedente remoto puede estar en la embajada que organizó el Rey de Castilla, Enrique III, a la Samarcanda del mogol Tamerlan sucesor de Gengis Khan, al mando de Ruy González de Clavijo. Esta vez fue para estrechar lazos con quien sostenía las pretensiones invasoras del poder otomano.

Recientemente han devuelto visita el presidente de la Asamblea Nacional y sus cortesanos. Han venido desde la República  Federal Democrática de Nepal a la sacralización de los terrenos en los que se piensa plantar el buda. Aunque de momento van a plantar un par de pinos. O algo así. Dicen que Nepal es uno de los países más pobres del mundo. La corrupción también les está haciendo daño. No se como van a gestionar nuestros representantes esta sacralización cuando parece que lo que pita, en la actualidad, es la desacralización de lo que responde a nuestra seña de identidad cultural: el cristianismo.

En todo caso es sorprendente la falta de pereza de nuestros dirigentes, ultimamente, un representante de la ciudadanía  se ha ido (13/2/2020), nada menos que a Abudabí para hablar de iniciativas de innovación a través de la cultura como ‘El Festivalino’ ‘Emérita Lúdica’, ‘Quédate con nosotros’, o ‘Tejiendo en la calle’ como ejemplos para combatir la despoblación que se han desarrollado en las poblaciones de Romangordo, Valverde de la Vera, Pescueza o Mérida. O sea que para hablar de Romangordo y Pescueza no ha tenido pereza en irse al Golfo Pérsico… ¡casi nadie al aparato¡ El eje de desarrollo económico de Extremadura pivota entre Nepal y los Emiratos Árabes. 

Pero...y los expedicionarios designados para emprender viaje al Nepal o a  Abudabí ¿se pagan ellos el desplazamiento, alojamiento y manutención o se carga en la factura de la electricidad?. No importa. El retorno económico quedará mitigado por la espiritualidad/solidaridad que sin duda inundará los corazones de quienes con tan altos propósitos deciden iniciar la senda del lejano oriente.