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miércoles, 17 de abril de 2013

martes, 16 de abril de 2013

INQUIETUDES OFICIALES

Hoy, la gran preocupación ha sido el toner de la impresora....Bien. Estoy convencido de que así, sí que salimos de la crísis enseguida. No me cabe la menor duda. Un poco de tinta por un lado, sobres reutilizados, por otro, si mucho me apuras, que el que más y el que menos, bien podía traerse su propia vela de casa y con eso energía que nos ahorramos.

jueves, 11 de abril de 2013

SIN COMENTARIOS



Si escrutamos con atención el texto del cartel anunciador, existente en los aseos de la oficina (Múltiples, planta 8ª) pronto comprenderemos que implora el uso de la cisterna. Lo demás se supone No caben mayores especulaciones ni fútiles conjeturas. Puede sobreentenderse con bastantes posibilidades de acierto que la razón teleológica de la rogada conseja sobre el uso del mecanismo hídrico debe ser consecuencia de una previa deposición humana infamante y prolífica.

Esto nos pasa por no tener regualdo la organización y funcionamientos de los cuartos de baño por los funcionarios públicos. No ves; esto a Kim Jong-un, para mi el gordito-mantequilla de Corea del Norte, seguro, seguro que no le pasa. Igual que regula y reglamenta cómo deben cortarse el pelo sus conciudadanos, tendrá efectuadas las previsiones legales oportunas sobre el deber de utilizar la cadena. 

martes, 9 de abril de 2013

NUNCA LLUEVE A GUSTO DE TODOS






En efecto, nunca llueve a gusto de todos. Tenemos la prueba con el temporal de estos dias. En las vegas del Guadiana y de su afluente el Guadamez se han padecido sentidas y graves consecuencias. Sin llegar al punto de calamidades si vamos a tener que padecer importantes pérdidas. En otros lugares de Extremadura, o "territorios" como les gusta decir a los políticos modernos, el exceso hidrico es una maravilla que da lugar a espectáculos bellisimos inusualmente aderezados con la abundancia de agua.

La naturaleza es sabia. Qué duda cabe. Pero esa sabiduría en ocasiones la emplea para hacer daño. Nada más tenemos que ver las gracias desastrosas de los niños. "El Niño" y "La Niña". Pero, otras veces, además de los niños somos nosotros los que hacemos por agravar las consecuencias de los acontecimientos climatológicos. El terremoto que dio lugar al tsunami del litoral japonés en el 2011 no hubiera sido tan letal si no hubiera sido por la existencia de la Central Nuclear de Fukushima a pie de playa. Bueno, pues, "mutatis mutandi" las consecuencias del desbordamiento del Guadamez de hace tres días no hubieran sido tan perjudiciales si el cauce del río (cauce relativamente artificial) no hubiera estado tan deplorablemente sucio como se encontraba cuando el pasado 31 de marzo rompió por donde pudo al tener taponada su corriente...natural.

Este río fue objeto de canalización y consiguiente ataque medioambiental oficial hace más de 20 años con la justificación de que canalizándolo se evitarían futuros posibles desbordamientos indeseables. Ocurre, sin embargo, que tan anhelante objetivo no se ha conseguido; sino que la "avería" , ahora, es de doble calado: nos hemos cargado el río originario en su ser natural y la obra realizada no sirve para evitar los males mayores inicialmente considerados. A las pruebas me remito. Una mala gestión administrativa del cauce del Guadamez, en cuanto a la carencia de medidas de conservación y mantenimiento del mismo, contribuye a la agravación de las consecuencias destructoras del agua cuando ésta se sale de madre. La relación de causalidad es evidente: avenida coyuntural de Guadamez; curso natural -cauce- sucio cual palo de gallinero; malezas por doquier. Luego esta es la causa eficiente y su efecto inmediato: el desbordamiento por las tierras   de regadío cuya obra de transformación viene siendo abonada anualmente al organismo de cuenca.

jueves, 4 de abril de 2013

EN PALMA....A TRES DE ABRIL

El famoso auto del Juzgado de Instrucción nº 3 de Palma de Mallorca emitido el 3 de abril de 2013 en pieza separada nº 25 de las diligencias previas 2677/08 por el que se atribuye a la Infanta Cristina la comisión de un delito (este es el concepto del termino imputación, vamos a ser rigurosos) me parece un bodrio farragoso técnicamente impresentable y sustantivamente insuficiente para provocar la consecuencia procesal subsiguiente, que es la declaración de la imputada con la gran repercusión socio-política que comporta.

De la lectura detenida del "instrumento" judicial aludido se deduce con facilidad que al juez "ad hoc" y "a quo", con sus limitaciones humanas y materiales, se le ha venido el aparejo a la barriga con la dimensión social adquirida por las diligencias previas que le corresponde instruir. De las 18 páginas de que se compone el auto no se  deriva otra cosa que la inconsistencia de los argumentos que sustentan tan trascendente imputación. ya en las primeras páginas, en la dos, advierto una petulancia innecesaria cual es la referencia a los 42.000 folios que conforman la pieza separada. Y esto ¿a qué viene?. Si. A los periodistas le suelen gustar mucho este tipo de afirmaciones (como la de los posible 4.000 años de pena privativa de libertad que les pueden llegar a imponer a algunos odiosos criminales por sus fechorías); y la opinión pública suele alarmarse con el colosal trabajo que supone el entendimiento de tanta documentación. Por otro lado detecto cierta preocupación judicial por las consecuencias mediáticas que pudiera tener el hecho de mantener al margen del asunto a la Infanta, como sería predicable, ante la ausencia de argumentos incriminadores. Se pone de manifiesto lo anterior, lo de las repercusiones mediáticas, cuando hace referencia a que el Diego Torres podría sentirse agraviado por el distinto trato que se le dispensara a su cónyuge y a la de Urdangarín. No me parece serio que un juez deba guiarse por estos celos de los delincuentes. Que con esto no quiero decir que Urda no haya pretendido llevárselo crudo e irse de rositas. No. Pero de ahí a llevar al banquillo a su mujer me parece fuerte. Porque tengo la certeza, y desde luego de momento del auto no se deduce, que la Infanta podía estar  sumida en el absoluto desconocimiento de los teje manejes de su marido. Sin que sirva para demostrar su "notitia criminis" el que, durante el matrimonio, Urda, mantuviera reuniones en Marivent o donde le pareciera. Así también en cualquiera de los emplazamientos familiares. Como si yo me reúno con dos desarrapados en el Vaqueril para urdir un crimen y meten en la cárcel a mi mujer.

Por otra parte, me parece que el Juez del Nº 3 de Palma (menos mal que nos es del número dos porque sino se lo dejaría a huevo al gracioso del Duque muy dado a hacer chistes sobre su ducado) en su alegato judicial incurre en la grave contradicción de considerar "rattio decidendi" para la imputación de la Infanta el que formaba parte de los órganos gestores de Noos (Asociación Instituto Noos de Investigación Aplicada que cometieron hechos reprobables) con una función de utilitarista figuración. Luego, si la Infanta está sólo para figurar, cómo luego, más tarde, le preocupa al Juez y por ello la llama a deponer, previa su imputación, sobre si estaba al corriente o no del destino y manejo de los fondos de las empresas mercantiles en las que figuraba.

En definitiva, y nos debe hacer reflexionar sobre los importantes desatinos que pueden provocar jueces con escasa preparación más permeables a la influenciabilidad en cualquiera de sus dos aspectos: positiva o negativa (no digo que en este caso haya ocurrido) que puedan llegar a desvirtuar la esencia de la justicia.

Por otra parte se le ve el plumero cuando al principio la trata como Cristina Federica y demás y luego en el Fundamento de Derecho Quinto, epígrafe 5, apartado tercero como Su Alteza Real.

No me gusta el auto. Ni en el fondo ni en la forma que a veces es de un farrago ininteligible. Por mucho que al final advierta (sobre lo que es una evidencia y últimamente se ha convertido en letanía entre los "tertulianos"), que la imputación es para provocar una tutela judicial efectiva pero que no comporta ni procesamiento, ni acusación ni condena. Sí, pero mira como a mí no me imputan en el caso Noos.

miércoles, 3 de abril de 2013

UN MOLESTO ABSCESO



Tenía autorizada una comisión de servicio que suponía salir de mi oficina para realizar un cometido propio de mis funciones (inspección de turismo) que me ocasionó unos gastos de manutención (la administración  los cuantifica a razón de 19€ la comida -esto es más barato todavía que el café de Zapatero-) que convenientemente solicité me fuera reintegrado (indemnizado, como expresa la normativa aplicable). Ante mi legítima reclamación económica recibí una comunicación en la que se me participaba la emisión de un informe desfavorable por haber omitido el requisito burocrático de poner la mano en el reloj para dejar constancia de la salida para la gestión encomendada. En descargo de mi inadvertencia contesté con el escrito que, a continuación, reproduzco:





DIEGO HERNÁNDEZ-GIL MANCHA, NIF. * Personal Funcionario del Grupo A, Titulados Superiores Area Jurídica, adscrito a la Dirección General de Turismo ocupando el puesto de trabajo actualmente de Inspector Provincial de Turismo nº *, emite la siguiente: 

DECLARACIÓN RESPONSABLE 


Que como consta en el expediente de comisión de servicio (Orden Nº *) informado desfavorablemente por el Negociado de Gestión de Recursos Humanos por, según comunicación de 6 de marzo de 2013 del Jefe del Servicio Territorial Sr. *, incumplir la Instrucción 1/2010 (sic) de 20 de enero del Secretario General para la aplicación de lo dispuesto en el Decreto de indemnizaciones por razón del servicio; ocurre que, como podrá comprobarse de estimarse necesario mediante las pruebas periciales procedentes, el día de autos padecí un lobanillo interungudigital que me aconsejó por razones de asepsia eludir el control palmario en el artefacto “ad hoc”. Tal vez la lesión coyuntural fuera provocada por las múltiples pruebas a que a diario he de someterme en razón de la diabetes que padezco desde el año 2000; y que para su adveración me someto a la información probatoria que pueda derivarse de los archivos existentes en el Sistema de Salud de Extremadura. 

En Cáceres a 12 de marzo de 2013. 
 
Fdo. Diego Hernández-Gil Mancha
El Inspector Provincial de Turismo de Cáceres.