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jueves, 22 de agosto de 2013

INDEPENDENCIA ECONOMICA



Con la gestión de las cuentas también hay que andarse con remilgos. La independencia del órgano controlador de las mismas es imprescindible. Esta sobradamente acreditado que el responsable máximo del ente generador de actos económicos susceptibles de ser controlados debe mantenerse al margen de la función fiscalizadora. Esta marginalidad que enunciamos está directamente relacionada con la independencia imprescindible con que deben actuar quienes tienen encomendada la tarea de gestionar y controlar (extra o intra orgánicamente) cuentas. Por eso quienes se responsabilizan de la función deben ser especialmente cuidadosos con la pulcritud de los cometidos que tienen asignados.

Con esto quiero decir que la independencia significa que ante la posible asunción discrecional de gastos e ingresos por parte del dirigente de un equipo, como consecuencia de su gestión siempre debe tener la limitación del reparo que, autónomamente, le pueda hacer quien ha asumido la responsabilidad de gestionar las cuentas. El oprobio consistiría en lo contrario: que la condición de dirigente supremo de una institución le confiriera la absoluta discrecionalidad sobre los recursos económicos de los que pudiera disponer a su antojo. Lo normal; lo usual y ordinario es que esto no suceda. Que se establezcan medidas de contención y adecuación legal del gasto por quienes tienen encomendada la tarea de control. 

La pretendida atribución de responsabilidades económicas a quienes no ejercen esa función es técnica y jurídicamente un dislate; si no lleva aparejado un elemento probatorio que, sin dejar lugar a dudas advere, la utilización irregular de los fondos. Efectuada esta comprobación no tendríamos más remedio que admitir el haber incurrido en una conducta reprobable. En otro caso y entre tanto se pudiera llegar a desvirtuar la presunción de inocencia, cualquier intento de atribuir consecuencias políticas y penales (y viceversa), debe ser considerado como una torcida manera de desprestigiar partidos, instituciones y personas que no tienen justificación de ningún tipo, ni tampoco en la legítima pretensión de volver al gobierno.

Tesoreros infieles los ha habido y los habrá, por desgracia. Unos se delatan y otros no. Las habas cuecen por doquier.

Plaza de Don Fernando Hernandez Gil



Baños de Montemayor, entre otras cosas, tiene una plaza que lleva el nombre de mi padre. Concretamente es la plaza donde se encuentra, ademas de la Iglesia de Santa Maria, la casa en la que veraneabamos, la carniceria de Angelete, el comercio del Sr. Valentin y un par de fruterias además de la churrería de toda la vida en la que también freían unas cortezas exquisitas.

Durante estos pocos días del mes de agosto, papá, alteraba su rutina ministerial y podía disfrutar de un descanso estival que consistía básicamente en modificar hábitos: desayunar churros, tomar el aperitivo en la Peña con don Diego Silva o su amigo Emiliano y, en ocasiones en el Refugio con Ramón Jaraquemada, Federico Solís, Eugenio Fernández, etc... y, por las tardes durante la siesta, después de descabezar un rato en la hamaca de la bodega, acudir indefectiblemente a las sobremesas de Villa Isabel.

Pero, Baños, tiene para mí un recuerdo idílico que si Dios no lo remedia, nos lo acabaremos cargando. Claro, es muy difícil conciliar el pintoresquismo secular que me gustaba a mi de Baños y sus gentes, con las acuciantes necesidades económicas que prospectan por doquier, no sabemos si con acierto o no, los llamados "hijos del pueblo" quienes tienen muy arraigada la condición de ser los únicos legitimados para hacer y deshacer a su antojo. Y a quienes, probablemente, no les falta parte de razón en esa desenfrenada busqueda lucrativa actual que, tradicionalmente, les pudiera haber sido limitada pero que ahora la ejercen con denuedo colectivamente, por ser las múltiples nuevas generaciones quienes se han vuelto a preocupar del pueblo de sus antepasados.

¿Donde están los prados regados por las pesqueras que llevaban el agua que con tanta minuciosidad se distribuía en atención a las necesidades de hortelanos y ganaderos de conformidad con la costumbre del lugar?. La Viña del Baño, el Solitario, Villa Asunción, el Parque Triste. ¿Y los árboles centenarios del Parque de Concas, o los que delimitaban los márgenes de la Carretera Nacional?. Las excursiones a la Peña de los Ladrones y a Matagatos. Los preparativos. La intendencia. Bocadillos, refrescos y, a hurtadillas, tabaco. Fundamental.

Proclamo y propugno un verdadero desarrollo sostenible de Baños de Montemayor y el territorio en el que se encuentra enclavado.
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martes, 6 de agosto de 2013

La Contabilidad B con b de Barcenas



Era bastante previsible. La deriva desencadenada contra el Partido Popular y sus dirigentes tampoco iba a remitir después de la intervención de Rajoy en el Congreso habilitado al efecto en el Senado, y todo ello como consecuencia de la publicación y puesta a disposición de la autoridad judicial de los papeles de Barcenas. El malestar provocado no iba a zanjarse con la deposición parlamentaria del Presidente.


Más aun cuando se inicia una época en la que las rotativas y las tertulias están necesitadas de noticias. Y si son sensacionales, mejor. En otras épocas, se decía que dejaban se escapara "el Lute" para que Emilio Romero pudiera rellenar la contraportada de su periódico "Pueblo". 


De modo que la plantilla de redactores del grupo editorial de "El Mundo", cierra filas (excepto Sanchez Drago y Arcadi Espada) en pos de la conjetura emprendida por su director a través de los papeles de Barcenas puestos a disposición de Ruz previa su difusión periodística. Porque, sin duda esta corriente les va a reportar réditos periodísticos con independencia de lo que concluyan los jueces.


Procedimiento denostado en otras ocasiones cuando la que podía resultar mancillada era la dignidad de quien ahora así actúa al margen de la veracidad de los hechos. Entonces llego, hasta impetrarse por el directamente "indignado" una solución anticonstitucional, la censura previa (prohibir la difusión de los videos), como única manera de defender la voluntad torcida por las maquinaciones de Exuperancia Rapu y sus secuaces. Pero todo vale cuando se tiene la sartén de los medios por el mango. En estos momentos solo basta con diseñar una estrategia editorial capaz de calar en el estado anímico generalizadamente quebrantado, por una sobrevenida crisis económica que no hay más remedio que tratar a base de desagradables restricciones sociales. Con una estrategia de este tenor nos garantizamos unas sustanciosas ventas que palíen nuestro problema económico particular. Siempre se ha dicho que a río revuelto ganancia de pescadores. La piscifactoría del El Mundo está asegurada con la iniciativa emprendida por Pedro Jota y sus adlateres. La prensa es muy corporativista. Admitida por la mayoría una orientación, es muy difícil pretender que prospere la adversa.








Yo que no me las doy de augur, pero que sí tengo un sentimiento profundo de la democracia y de las instituciones de que se vale su organización; que creo en los políticos y en los Parlamentos como verdaderos foros de opinión, debate e interlocución real, sabía de antemano que en la situación en que nos encontramos la intervención de Rajoy iba a provocar los efectos que ha producido y que él en su discurso ya había preconizado: no iba a servir para nada. Nadie se creería sus explicaciones. A las pruebas publicadas me remito. La "opinio iuris" generalizada estriba en que ha ido al Congreso a remolque, que ha ido obligado por las circunstancias. Que para lo unico que ha servido es para que repita 16 veces el nombre del hasta entonces innombrable Barcenas. Pero es lo cierto que ha cumplido con su deber democrático. Ha sido sincero y se ha comportado como un señor, del que tan solo he echado de menos en su alegato que no hiciera un parangonismo entre su asumida "onus probandi" (aunque demandada, para mi, indebidamente por la oposición y los procedimientos inquisitoriales en los que era frecuente que, ante una sospecha imputada de contrario, se tuviera la obligación de hacer descargo suficiente sin conocer los hechos imputados. Quede claro que la que dicen ser contabilidad b de Barcenas tampoco es parangona le con la que le llevaba Ovando a Felipe II que se basaba en "la claridad de conceptos de qué es lo que tenemos, qué es lo que debemos, qué nos presta, falta y hemos menester y de donde y como lo proveeremos para nos conocer y podernos valer de la hacienda real".