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jueves, 11 de julio de 2013

NEMO AUDITUR QUOD TURPITUDINEM ALEGANS BARCENAS





Vamos a ver. Barcenas ha montado “su” carrito de los helados galáctico (a las pruebas de los saldos de las c/c me remito) simultaneando su responsabilidad gestora del partido popular instrumentada bajo el régimen de funcionamiento ordinario para todos los partidos políticos, según posibilita nuestro actual ordenamiento jurídico y según vienen funcionando desde que la democracia es democracia; y, lógicamente, su chiringuito particular. 

La estrategia, la maniobra urdida por Barcenas desde hace tiempo se asienta y cobra carta de naturaleza sobre los difusos perfiles con que se establece la legalidad del régimen financiero a que están sometidos los partidos políticos, por cuya indefinición ha obtenido pingües beneficios hasta alcanzar las cifras que nos han escandalizado a todos.

Ocurre que encontrándose en esa situación óptima de obtención de incalculables beneficios que le venía reportando su particular negocio y coincidiendo con una general situación económica caótica le han saltado las alarmas provocando cierto frenesí entre medios, opinión pública, administración de justicia, oposición y gobierno. Ante esta situación y con la precipitación de unos acontecimientos que se veían venir ¿cómo justificar su meteórica progresión económica?. Inicialmente, parecía iba a ser suficiente, aduciendo ventajosísimas operaciones comerciales de muy diversa naturaleza en las que era difícil por no decir imposible deslindar las ganancias provenientes de su patrimonio particular, de las que podrían deducirse de la aportación de elementos patrimoniales afectados al funcionamiento de un partido del que hasta hace poco tiempo venía siguiendo estando vinculado laboralmente (esta es la vieja diatriba doctrinal que distingue entre actos de administración y actos de disposición).

En efecto la consideración de patrimonio independiente del que venía disponiendo Barcenas hasta el reciente embargo decretado judicialmente era indudablemente de su sola y absoluta titularidad. Y este es el que está siendo objeto de control. Los papeles no hacen razón de nada de lo que está siendo fiscalizado.

Barcenas lo que ha hecho, para mi, con escasas posibilidades de sustentar una sólida estrategia jurídica que le pueda granjear una resolución judicial favorable, es lo que, estoy convencido le hubiera gustado hacer a Guerrero o a Lanza (a los de los ERE de Andalucía); haber podido preconstituir un medio de prueba que alejara la atención de sus desmanes. Esa es la finalidad de los papeles. Distraer la atención de la verdadera conducta criminosa. Ahora, sacar los famosos papeles (papeluchos) no tiene ninguna explicación. Porque no hacen prueba, por sí mismos, de nada, por mucho que Pedro Jose se empeñe en darle esta consideración. En modo alguno pueden servirle de “potencial prueba con excepcional finalidad exculpatoria" como exige nuestro TS deben tener los medios admitidos en derecho a los que se les pretenda dar esa función liberadora de la responsabilidad penal. 

En efecto, pongámonos en la tesitura –conjeturemos- que alguno de los imputados en los ERE estén encerrados confeccionando su particular contabilidad B que incriminara a Chaves, a Griñan, a Magdalena y si mucho me apuras hasta Tocho, a Cándido e incluso a zapatero. Estaríamos en presencia de otra burda estratagema urdida para ejercer el derecho a la defensa que todo individuo tiene constitucionalmente reconocido, pero que, en modo alguno, puede dársele otro valor que vaya más allá de ese: la defensa del imputado. 

Porque lo que pretende Pedro J y por eso se ha prestado tan solicito a testificar en la causa de Barcenas es provocar una crisis gubernamental. Que zafio y ruin es risitas Ramírez con el que han compartido fiestas y saraos todos los que ahora están en sus manos. Con la que tiene liada en el Mundo y lo que ha transigido la administración financiera para no desmoronar la quiebra técnica en que se encuentra el periódico. Deudas por 10, 12 millones de euros....Pero qué interés esconde Pedro J.; qué pretende Pedro José con ese “correveidile” que le ha entrado con los papeles de Barcenas, que dimita Rajoy y vuelva Aznar para que este a su vez le recomiende a Murdoch para que le saque del agujero economico en el que está hundido. Me parecen felonías interesadas que no dicen nada a favor del interés general.

Mariano un consejo: nemo auditur quod turpitudinem alegans. Los papeles son torpes. Se inflexible. Inmisericorde contra quienes te calumnian y ofenden. Denuncia sin paliativos a El Pais y al Mundo. No temas a la exceptio veritatis.



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