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domingo, 27 de noviembre de 2011

RAJOY Y LAS HORMIGAS

Hemos tenido que resembrar. Una zona porque los jabalíes la tenían trasteada y otra por las hormigas. Las hormigas hacen un daño enorme. Para mi son dos agentes inéditos. Por un lado, porque desconocía la gravedad de los perjuicios de las hormigas y, por otro, porque nunca había habido tantos jabalíes como los que, de un tiempo a esta parte, campan por las tierras de labor. Ya en verano hicieron de las suyas en el regadío, pero es que por estas fechas continúan en las tierras de secano. Tendremos que darles una batida si obtenemos las autorizaciones precisas. Entonces, sabemos-cómo. No cabe duda que debemos ponernos manos a la obra hoy mejor que mañana a fin de que, con el tratamiento oportuno, salvemos la pendencia de frutos cerealísticos o sus expectativas. Lo malo es cuando detectamos la sintomatologia de la crisis económica; coincidimos y nos identificamos con la necesidad del tratamiento; pero, no acabamos de aplicarlo. No podemos perder más tiempo en estudiar hipótesis. En reflexionar sobre conjeturas. En teorizar. Ahora, Rajoy y su equipo, tienen por delante el cometido de ponerle el cascabel al gato. Ya no quiero que nadie más me diga lo que ya sabemos: lo de la pérdida de confianza en los mercados, lo de regenerar el tejido económico o lo de organizar el nuevo sistema laboral. Ahora lo que hay es un tío (perdona por el exceso de confianza Mariano) solo ante el peligro que tiene que instrumentar sin demora el famoso "know-how". Y, esto es lo difícil. La aplicación. La intervención quirúrgica del cirujano. Las manos. Ante esta situación debemos dejar al maestro que actúe con serenidad: La serenidad que recomendaba el pobre Paquirri en el guirigay que formaron entre unos y otros en el botiquín-enfermería de Pozoblanco: -Doctor, tranquilo, la corná ha provocado una herida con al menos dos trayectorias una para acá y otra para alla; abra usted lo que tenga que abrir, lo demás está en sus manos. Y, tranquilo, doctor: Ahora, haga usted lo que tenga que hacer. Luego los problemas surgieron como consecuencia del traslado a Córdoba por la tortuosa carretera. Esa confianza y serenidad en el saber hacer es la que tenemos que depositar en el maestro y  evitar un "traslado" penoso como supondría el que a la primera de cambio de realizada la intervención se iniciaran las revueltas sociales que se auguran desde el 15 de mayo ante una hipotética reforma laboral sustancial, ante posibles reestructuraciones aministrativas y funcionariales o, incluso, la adopción de medidas impositivas todavía superiores a las preexistentes.
Para la ejecución de cuanto proceda hacer ya cuenta con un apoyo suficientemente mayoritario con lo que el temor del "tránsito" se puede relativizar. Respecto de lo que va a hacerse ya sabemos, por el programa del PP y lo transcendido en la reciente campaña electoral, que se proclama el ahorro como categoría principal. Ahorro que estará en perfecta sintonía con medidas de dinamización y fomento de actividades generadoras de empleo como serán las que contribuyan a facilitar la constitución de nuevas empresas y la continuidad de las existentes así como la prestación de servicios de trabajadores autónomos.
En el camino que se emprenda la administración debe jugar un nuevo papel. Deberán adoptarse métodos innovadores. Debe regenerarse y devolver al ciudadano la confianza perdida. La administración debe limitarse a favorecer, a equilibrar. Sin desigualdades ni arbitrarias imposiciones carentes de sentido común.La reglamentación que se acometa debe ser la mínima imprescindible para facilitar los objetivos indicados. La desburocratización se anuncia como algo necesario.

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