AHORRAR

Economía viene del griego oikos, casa, y nomos, que quiere decir norma, por extensión: normas utilizadas para la administración de la casa. Toda ordenación mínima de cualquier patrimonio, privado o público, obliga a controlar los recursos que lo componen de manera tal que no sólo no se produzcan desajustes entre lo que se tiene  y se gasta sino que, además, se intente que el gasto no absorba todo aquello de lo que se dispone y de lo que se pueda disponer en el futuro. De las expectativas más o menos ciertas de lo que se pueda tener.

Dispendio: gasto, por lo general excesivo e innecesario. Uso o empleo excesivo de hacienda, tiempo o cualquier caudal. En efecto, aunque no imposible es muy difícil entender como asumibles que los conceptos de economía y dispendio, por la carga negativa que comporta este último, puedan sincronizar con el de ahorro y contención del gasto.

Pues bien, hecha abstracción de lo expuesto, que tan sólo quiero que sirva de referencia intelectual preliminar o exordio inicial, estoy en condiciones de afirmar sin temor a equivocarme de que los españoles podemos estar más tranquilos. Después de un recorrido por los Presupuestos Generales del Estado para el año 2011 podemos congratularnos de que por cada 613.121 españoles (tomando como base la población de España considerada como residente por el Instituto Nacional de Estadística a fecha 1 de enero de 2011) nos corresponde un organísmo público de los 76 que, en la actualidad, se encuentran legalmente constituidos y oportunamente dotados de los presupuestados fondos públicos que en total, para esos 76 organismos públicos (organismos autónomos, agencias estatales y otros)  ascienden a la friolera de 59.295.964.000€.

Además de estos la Administración Pública sirve al interés general mediante la Administración Estatal; la Autonómica, en la que se integran otro buen capítulo de organísmos autónomos; y, la local, con los suyos correspondientes.

Para no cansaros, en mi próxima entrada os anuncio la relación pormenorizada de entes públicos estatales que me he tomado la molestia de recopilar. de la que se desprende, para mí con cierto interés, la diversidad taxonómica 

(CONTINUARÁ EN LA PRÓXIMA ENTRADA)