Vistas de página en total

viernes, 28 de febrero de 2014

DROHNES EN CÁCERES




Estos artefactos voladores sin tripulación que se espera lleguen a Cáceres para filmar la próxima Semana Santa no tienen nada que ver con los que vinieron hace unos setenta años al mando del general Wilheim Von Thomas. Los fines son diametralmente distintos. Sin embargo, coincide la denominación: “drohne”. 



Drohne son aeroplanos no tripulados que actualmente están siendo objeto de variadas e interesantísimas aplicaciones comerciales. Bien pronto vamos a poder pedir una pizza para cenar y esta, literalmente, puede llegar volando a lomos de un drohne . También ya están siendo utilizados con fines bélicos. Bien para facilitar la puntería de los misiles, bien para hacer ellos mismos puntería disparando misiles o simplemente para observar los objetivos susceptibles de puntería. Con lo que el inicial bienintencionado cometido científico-tecnológico queda desvirtuado esencialmente.



Drohne es una localidad alemana relativamente próxima a Hamelin, de donde era el famoso flautista de los hermanos Grim, y a Hanover la cuna de Ernesto el de Carolina de Monaco.



Como digo, los drones no son nuevos en Cáceres. Los que se espera sirvan para auspiciar la ciudad en Semana Santa difieren absolutamente, en sus objetivos, a los que tuvieron la oportunidad de conocer los cacereños de otra época.



Curiosamente con la expresión alemana drohne se calificó al grupo alemán que en 1936 se acantonó en el Castillo de las Arguijuelas al mando del General Wilheim Von Thomas quien luego en el conflicto internacional desarrolló con Rommel la estrategia militar encomendada al Afrika Korps. Rommel mandaba la 7 División Panzer y Von Thomas, el que vino a Cáceres con los Drohnes, la 1.





Por la información que tengo, de primera mano y por tradición oral, el grupo de soldados alemanes que vinieron a Cáceres, sin saber los cometidos especiales para los que fueron llamados, debían ser expertos en la tecnología Panzer I pero además entre ellos debería de haber algún “artista” que se dedicó a pintar grafitis de contenido erótico según comentan unos que los llegaron a conocer y, para otros, verdaderos murales de gran calidad con que se decoraron las estancias en las que estuvieron alojados y que han perdurado hasta época reciente. Durante esa época convivieron drohnes y reses bravas en el Castillo de Jordán de Urries

No hay comentarios:

Publicar un comentario