Estuve en la Iglesia de Santa Maria de Guareña el pasado día 2 de Noviembre en Misa "Vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios..." Esto lo extraigo de dos sitios de la Apocalispsis de la Biblia cuando trata el tema del Quinto Sello y de la lápida existente en la propia Iglesia. Siempre me ha llamado la atención la impresionante majestuosidad de la Iglesia de Guareña y su porte catedralicio como decía José Ramón Mélida, ejecutada sobre trazas de Rodrigo Gil de Hontañon con la intervención final de Herrera. Pero el otro día durante la excelente ceremonia oficiada por el actual párroco, muy digno responsable de la Iglesia, presté especial atención a la cabecera semicircular de la nave principal, donde se halla el retablo mayor, el que fue destruido hace 77 años comprobando, con cierta perplejidad, que, curiosamente, la linterna del ábside en su interior estaba dividido en 77 cuarterones formados a partir de los 11 nervios fundamentales cortados 7 veces.
No cabe la menor duda que el 77, como diría un profesor de latín que tuve en el colegio, es número “mágico, pleno, representativo...” Si, representativo del perdón. Nada más tenemos que recordar que Jesús le dice a San Pedro, cuando éste le pregunta si hay que perdonar siete veces, que no sólo 7 sino 77 veces. Siempre me ha gustado la simbología. Además, avala mi razonamiento simbólico el hecho de que creo que Rodrigo Gil de Hontañon a la hora de redactar sus trazas para realizar la Iglesia de mi pueblo (perdón, hijos quiero decir la Iglesia de Guareña) también tuvo en cuenta las proporciones de Vitrubio explicadas por Leonardo en su magnifico dibujo del Hombre de Vitrubio y así tuvo en cuenta las medidas de la nave central y de las capillas laterales partiendo de las medidas de brazos, piernas y dedos.
Magnífica reseña del mejor monumento-casi único- de nuestro pueblo
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